«¿Mamá puede venir una chica de Francia a vivir en casa por un año? Con esa simple pregunta, nuestra hija Virginia de 17 años nos interpelaba para realizar una experiencia inédita en nuestras vidas, y tener 6 hijos es casi lo mismo que tener 7. Fue así como con el paso de los años recibimos a 11 estudiantes de Francia, Polonia, Bélgica, Holanda, Alemania, Brasil y Tailandia. Cada uno trajo sus costumbres, gustos, vivencias, lazos familiares, recuerdos, y sobre todo ganas de compartir la vida con una “familia argentina”.
Para nuestra familia, compuesta por 8 personas, hubiera sido imposible conocer la cultura de tantos países, de esta manera, el haber recibido chicos de diferentes nacionalidades le dio la posibilidad a nuestros hijos de crecer en compañía de otros chicos, con otras costumbres, formas de pensar, hábitos, lo que a nuestro entender, los favoreció mostrándoles otros puntos de vista. Los intercambios son una forma de construir un mundo distinto, donde nos conocemos, escuchamos, aprendemos, nos respetamos y pasamos a ser cercanos.»
Recibieron a Natacha, Maciej, Clara, Nina, Toon, Camille, Leandriño, Max, Trai, Roos y Rafael.
“Tener a Ire en mi casa fue una de las mejores experiencias de mi vida, donde aprendí muchísimos valores y compartí muchísimos momentos hermosos. Aprendí lo que es tener una hermana de mi edad, porque a pesar de ser de países tan lejos éramos muy parecidas y eso hacía que todo sea más lindo. Estoy super agradecida de poder haber podido ser hermana anfitriona y hacer a Ire parte de nuestra familia. De esta experiencia me llevo muchísimas cosas lindas y personas super especiales»
«Haber recibido a Marghe en casa fue la mejor experiencia que vivimos como familia. Rápidamente logró ser una hija y una hermana más. Vivir junto a sus risas y su música hizo alegrar nuestros días.
Gracias a su buena predisposición e interés por nuestra cultura, pronto aprendió el idioma, y tomó nuestras costumbres tanto criollas como la de nuestra propia familia.
Fuimos descubriendo nuestra ciudad junto a ella, ya que desde su punto de vista, todo era novedoso y bello. Logró que las mismas calles de siempre sean un poquito más emocionantes.
Todas estas cosas, sumadas a los juegos de cartas y de mesa, el dulce de leche,el mate y, los asaditos, describen nuestros 5 meses. Y sabemos que las familias Balzola y Palma siempre estarán entrelazadas.»
Recibieron a Margherita de Italia, 2017
«La experiencia de conocer nuevas culturas siempre es interesante, también lo es aprender cada mínimo detalle y en lo que estoy viviendo puedo asegurar que todos los días me sorprende una aventura nueva. Es muy importante para mí probar diferentes comidas, deportes y actividades que el lugar te brinda para que hagas y disfrutes. Las amistades y la familia son muy importantes para crear un entorno agradable y además para poder contar con alguien para que te enseñe cada pedazo de esta nueva cultura. Más que nada apasionante, el hecho de vivir en otro país es emocionante, disfruto cada minuto y estoy muy agradecido a todos los que me apoyaron con este viaje. Francia es un lugar lleno de amor en cada esquina, donde siempre acompaña una taza de un buen café y un pedazo de queso, es un lugar maravilloso y todos los días me regala alegrías y muchas cosas nuevas para hacer!»
De Rosario a Francia, 2017
«El año pasado tuve la oportunidad de vivir una de las mejores experiencias de mi vida. Me fui de intercambio a Italia, Piamonte.
Cuando llegué todo parecía irreal, no sentía que viviría 10 meses en ese lugar. Al inicio no sabía hablar italiano (ya que allá otro idioma no se habla). Mi familia me ayudó mucho con esto, empapelamos la casa con notitas que tenían el nombre de cada cosa en italiano y en español, como para que ellos también aprendan algo de mi idioma. La verdad es que aprendí rapidisimo, al mes y medio ya podía hablar maso menos fluido. La escuela me ayudó mucho también, sobretodo mis profesores y compañeros. Ellos con mucha paciencia me enseñaron a el idioma, y a pesar de que muchas veces me frustraba por no poder, siempre me decían que siga intentando ¡Y lo logré!
Conocí un montón de hermosas personas en mi experiencia; pude sentirme integrante de una nueva familia; tuve la oportunidad de enseñarle a los chicos de mi escuela un montón de cosas sobre mi país, y ellos sobre el suyo; reí, lloré, extrañé, me frustré y me divertí muchísimo. Un intercambio es todo eso, son emociones que se juntan, son experiencias que vivimos todos los días y, sobre todo, son las personas que nos llevamos cuando volvemos.
Volvería a hacer esta experiencia una y mil veces más!»
De Tucumán a Italia, 2017
«Nuevos horizontes, sí, así título a mi experiencia. Viví un año en la cuidad de Belo Horizonte, MG – Brasil, donde tuve la oportunidad de presenciar una de las mejores etapas de mi vida. No solo aprendí a hablar otro idioma, sino que también aprendí a ser independiente, flexible, observar las cosas desde otro punto de vista, convivir con una familia totalmente diferente a la mía y crear lazos afectivos muy fuertes (ya sea en el ámbito familiar como amigos y conocidos de otros países). Viviendo en Brasil, me animé a descubrir horizontes, a llegar a la conclusión de que el único obstáculo que tenemos para ser felices, somos nosotros.»
De Cañada de Gómez a Belo Horizonte, 2016